Fiestas, tradiciones y leyendas. Una tradición que al paso de los años se ha perdido es revivida por la memoria popular, rescatada por el escritor Francisco Vidal Duarte, quien dice que “hace muchos años, cuando Acapulco era una desierta bahía, año con año, al final de la estación de la cosecha de maíz y calabaza, llegaban peregrinaciones de muy lejos y acampaban alrededor del adoratorio enclavado en lo más alto del despeñadero conocido hoy con el nombre de La Quebrada. Durante toda la noche mantenían encendidas las fogatas y festejaban con cantos, música de teponaxtle y danzas. Los participantes llegaban portando gruesos atados de una flor silvestre y roja que abundaba en su región y los depositaban como delicada ofrenda alrededor del adoratorio.
“Al amanecer, sincronizado el acto con la salida del sol (Tonatiuh), dador de vida, comenzaba el Tonalhuaqui (tiempo de secas), con el que daban gracias por las cosechas abundantes enviadas por los dioses. Una princesa seleccionada por hermosa entre las bellas encabezaba el cortejo; bien vestida y enjoyada, caminaba lentamente con los brazos extendidos al frente, las palmas de las manos hacia arriba, sosteniendo la más fresca de las flores rojas, se detenía al borde del precipicio, saludaba con la flor en las manos a los cuatro puntos cardinales y luego arrojaba la flor de sangre y todos los peregrinos hacían lo mismo formando en la superficie del mar una alfombra. La princesa se llamaba Cuetlaxóchitl, y en honor a ella se llamó así aquella flor”.
Entre las leyendas se cuenta que “Acatl (carrizo, en náhuat), primogénito del jefe militar azteca, partió un día en busca de una esposa; en su viaje conoció a Quiáhuitl (lluvia), hija de un cacique yope al que su padre había derrotado y, al saber de quién era hijo el pretendiente de su hija, se negó a dar permiso para el matrimonio. Ácatl, entonces, lloró tanto que comenzó a deshacerse y se convirtió en un charco de lodo del que, como si fueran sus hijos, fueron brotando carrizos.
“El dios Quetzalcóatl, ofendido con el cacique yope, convierte a Quiáhuitl en nube. Una tarde entraba la nube Quiáhuitl a la bahía y encontró los carrizos, hijos de su amado Ácatl. Se arrojó sobre ellos en forma de tromba para morir en el lodazal y así fundirse con Ácatl para compartir su destino. Cada año los amantes se encuentran durante la temporada de lluvias cuando las nubes avanzan amenazadoras sobre la bocana como atraídas por un imán invisible. Se cumple así la unión de aquellos jóvenes y se perpetúa la grandeza de los pueblos con el hijo de ambos: Acapulco”.
En Acapulco se celebraban las fiestas de Carnaval, que se remontan a las bacanales y saturnales de la Roma pagana; limitadas por el cristianismo, se admitió su celebración desde el Día de Reyes hasta el Miércoles de Ceniza, antes de los duelos de la Semana Santa. Pero en la actualidad este carnaval no existe. Se festeja también el Viernes Santo, a la Virgen de la Soledad, a quien se saca bajo un palio en procesión seguida por el pueblo. El 12 de diciembre, las agrupaciones de trabajadores y el pueblo en general participan en procesiones y llevan Las mañanitas a la Virgen de Guadalupe, reina de México. Los niños lucen diversos trajes regionales.
Trajes típicos. Los atuendos pertenecen a diferentes etnias: el huipil amuzgo y el huipil bordado de chaquira de colores de tradición costeña. El más usado, sobre todo por los bailadores de chilena, es, en los hombres, calzón y camisa de manta blanca, con sombrero de cinta, y en las mujeres, enagua ribeteada de dos y hasta de tres holanes así como huipil de manga corta bordado al cuello.
Artesanías. Acapulco ofrece artesanías elaboradas en diferentes partes del estado y en la propia región.El trabajo artesanal local se desarrolla con distintos materiales: conchas, caracoles, cáscaras de coco, hojas de palma, troncos de madera… Se elaboran diversos objetos y artículos decorativos: canastas, sombreros, abanicos, tapetes, tortilleros, servilleteros, bolsas para dama, figuras humanas o animales de madera, pinturas sobre papel amate, barro o yute.
Las multicolores hamacas, de diferentes tejidos y acabados, son también típicas de la región e indispensables en la mayoría de los hogares para descansar a la sombra del intenso calor del mediodía. Para su venta se han creado varios mercados artesanales en los que el turista encuentra sofisticados diseños de plata, tiendas de artesanía del centro, La Quebrada, el aeropuerto, el mercado Noa Noa y El Pueblito.
Manifestaciones artísticas. El 13 de agosto de 1998 se presentaron en la exposición Encuentro de tres mundos obras de las pintoras acapulqueñas Aída Espino, Dana del Castillo y Angélica Medina.
En la actuación teatral, dirección y dramaturgia sobresale el Grupo Teatro Acapulco, que conforman María Magdalena de la Luz Steiner Hernández, oriunda de Acapulco, quien nació el 25 de abril de 1953 y estudió teatro con el maestro Alejandro Tapia; Enrique Caballero Vela, nacido en Acapulco el 11 de septiembre de 1954, estudió teatro con Tara de la Parra, y en el Ollin Yoliztli estudió actuación, danza e historia del arte; Alejandro Tapia fue maestro de teatro y director teatral; Salvador Téllez y Salvador Velasco, directores de teatro.
Playa Caleta.
Atractivos turísticos. Son sus playas reconocidas internacionalmente por su belleza natural, como Caleta, Caletilla, Hornos, Revolcadero, La Angosta, Pie de la Cuesta, Puerto Marqués, Manzanillo, Tulipanes, Clavelitos, Bocana, Carabalí, Condesa, Playa Honda, Tlacopanocha, Pichilingue y Encantada.
En las cercanas lagunas de Coyuca y de Tres Palos los turistas pueden emprender excursiones en embarcaciones de poco calado que les permiten observar un esplendoroso mundo natural. Pueden participar en la pesca de robalo, bagre y pargo, que son peces de agua dulce; adquirir objetos de artesanía y arte popular; gustar de la comida regional, nacional e internacional en los restaurantes que las circundan. En el mar se pueden pescar: barracuda, bonito, pámpano, guachinango, pez vela, dorado y jurel.
Los visitantes pueden asistir a los juegos de frontón, plaza de toros, canchas de tenis, campos de golf, club de yates, deslizadores, esquís, paseos en paracaídas y en lanchas de fondo de cristal. Un espectáculo único en el mundo se presenta en La Quebrada, donde nadadores de la región ejecutan saltos de más de 45 m hacia una estrecha entrada de mar en medio de impresionantes acantilados. Este acto, que tiene 65 años de practicarse, comenzó con José Estrada, Ricardo Vellos, Cristóbal Pintos, Francisco Ayerdi, Apolonio Castillo y Rigoberto Apac Ríos, entre otros nadadores famosos.
Playa Condesa.
Existen zonas arqueológicas cercanas a los municipios de Tecpan, Coyuca y San Jerónimo.
Otros atractivos son el Centro Internacional de Convivencia Infantil (CICI), que se localiza en la colonia Costa Azul, en la Avenida Miguel Alemán con Cristóbal Colón; es un centro de diversión donde las familias pueden disfrutar de albercas, chapoteaderos y del acto de los delfines.
El Centro Internacional Acapulco es un conjunto de cuatro edificios situados en medio de flores y plantas tropicales que ocupa cuatro hectáreas. Inaugurado en octubre de 1973, está diseñado para ofrecer el mejor servicio y las facilidades técnicas para cualquier tipo de convención, actividad cultural o exposición. Selectas reproducciones de piezas arqueológicas precolombinas han sido colocadas estratégicamente en los jardines para lucir la arquitectura y crear interés y aprecio por las antiguas culturas del país.
Dividido en áreas al aire libre, teatros, salas y salones como el Teotihuacán que puede utilizarse como auditorio con capacidad para seis mil personas, se puede convertir en sala de exhibiciones y servir a 255 stands en un área de 6555 m2; el salón Cholula ofrece 4048 m2 para exposiciones adicionales.
Se encuentra entre sus instalaciones un magnífico teatro al aire libre, el Nezahualcóyotl, que tiene capacidad para más de mil setecientos espectadores, y otro llamado Juan Ruiz de Alarcón, muy bien equipado y funcional.
Los servicios generales del centro incluyen: circuito cerrado de televisión, instalaciones y equipo para traducción simultánea; casetas de teléfono de larga distancia y fax e internet; un conmutador de cuarenta troncales y 400 extensiones; enfermería, oficinas de correos y telégrafos, agencia de viajes, equipo audiovisual, oficina de venta de boletos de avión, espacio para estacionamiento de automóviles y autobuses, servicio de personal especializado en convenciones, alimentos, bebidas y espectáculos, galerías de arte y tiendas de artesanías y curiosidades.
En el teatro al aire libre se pueden apreciar espectáculos con el tradicional folclor mexicano así como espectáculos de corte internacional con revistas musicales y obras de teatro. Tiene este centro una discoteca láser, sala de cine, piano bar, cuatro restaurantes y una elegante área comercial.
Sinfonía del Mar es un lugar ubicado muy cerca de La Quebrada; es una enorme gradería en semicírculo acondicionada como teatro al aire libre donde el escenario y el principal actor es el mar y su magnificencia rodeada de acantilados.
Sinfonía del Mar.
En 1975 se organizó y conformó el Tianguis Turístico, con sede en el entonces llamado Centro de Convenciones; el evento se desarrolla año con año en el mismo lugar que hoy conocemos como Centro Internacional Acapulco. Uno de los importantes promotores de este mercado fue Miguel Alemán Valdés, quien siendo presidente del Consejo Nacional de Turismo consideró la conveniencia de que al igual que otros países México organizara anualmente un encuentro para promover el mercado turístico internacional junto a los prestadores de servicios mexicanos, con miras a incrementar el flujo de visitantes a nuestro país.
Durante los primeros ocho años el encuentro fue organizado por el Consejo Nacional de Turismo que por decreto del 23 de mayo de 1984 se fusionó a la Secretaría de Turismo, dependencia que lo ha dirigido desde entonces.
Gastronomía. La gran variedad de plantas animales que existen en Acapulco y la diversidad de gente que ha poblado el lugar ha traído como consecuencia una enorme riqueza gastronómica: en la cocina porteña podemos encontrar especialidades como iguana estofada, armadillo en salsa de tomate verde, pierna de carnero en mezcal, salsa de jumil y unos pescados llamados ojotones fritos con tomate y chile.
Otra especialidad de la zona es el pozole blanco tradicional, que se acompaña de orégano, chile rojo, cebolla y chile verde picados; también el pozole verde de semilla de calabaza, que suele comerse los jueves. Los tamales de hoja de plátano se acompañan de frijoles y atole. Las tostadas de pollo, chorizo o papa; chalupitas anegadas de pollo y salsa con chile chipotle.
El relleno que se come los domingos y la gran variedad de guisos de pescado, a la talla, almendrado, caldo de cuatete, agujón, zapateras; ceviche de sierra con limón, vinagre y jugo de naranja. Langostino, langosta, camarones y pulpos al mojo de ajo, y pulpo enamorado. No faltan la morisqueta o arroz blanco, iguana en chilpachole, caguama en salsa verde o en salsa de chile pasilla y, desde luego, la comida internacional que el visitante solicite.