Turismo. Algunos años atrás, Acapulco formaba parte del área denominada Costa Chica, pero por el gran desarrollo que ha alcanzado es considerado la séptima región. Actualmente es el centro turístico más importante del estado y forma parte del llamado Triángulo del Sol, integrado además por Taxco e Ixtapa Zihuatanejo. El turismo hapermitido a los guerrerenses obtener ingresos significativos y generar un número considerable de empleos directos e indirectos. Se afirma que el turismo es el principal eslabón de la cadena de productividad suriana.
Acapulco, como es sabido, tiene diversos atractivos: bellas playas reconocidas internacionalmente, así como las lagunas de Coyuca y de Tres Palos. Hay objetos de artesanía y arte popular; ropa tropical y regional; restaurantes que ofrecen comida regional, nacional e internacional.
Puesta de sol.
Celebra fiestas y ferias desde el 1 de marzo hasta el 12 de diciembre, Día de la Virgen de Guadalupe.
Tiene, además, enormes atractivos naturales. Los exuberantes paisajes y el clima templado, los tibios vientos, su variada vegetación, la tranquilidad del mar, sus acantilados, el cielo azul, los subyugantes amaneceres y las maravillosas puestas de sol. La configuración de las bahías lo hacen un lugar único en su género. La ciudad y puerto conserva su arquitectura popular, de raíces prehispánicas, españolas y contemporáneas. El arribo a este destino turístico se realiza por la autopista llamada del Sol; la distancia actual entre este punto y la Ciudad de México es de 385 km (por la carretera federal se recorren 430 km); también se llega por la vía aérea y la marítima. Hay hoteles de diferentes categorías. La actividad turística en 2006, según el Cuaderno de información para la planeación municipal 2007, de SEDESOL, registró una afluencia de 8 924 431 visitantes, de los cuales 8 452 238 fueron nacionales y 472 193 extranjeros. El turismo genera más de 45 mil empleos, en sus diversas actividades de servicio directo, independientemente de la derrama económica que se capta en otros sectores, como el comercio. Acapulco ha sido sede del Tianguis Turístico que se celebra año con año y al que acuden empresarios, inversionistas, prestadores de servicios turísticos, trabajadores, restauranteros y todos los miembros de esa rama productiva.
Comercio. El gran número de visitantesque llegan a la ciudad de Acapulco y a sus lugares turísticos ha permitido que el comercio tenga también un gran desarrollo.
Renta de motos acuáticas.
Servicios turísticos. En las zonas de afluencia turística se cuenta con hoteles, moteles, cabañas, casas de huéspedes, restaurantes, fondas, centros nocturnos, discotecas, agencias de viajes, gasolineras, tiendas departamentales de abasto, servicio de renta de autos, cinemas, teatros, servicio de correo, telégrafos, casetas telefónicas, central de autobuses, aeropuerto internacional, aduanas, talleres mecánicos, farmacias, tiendas de deportes, estudios de fotografía, tiendas de abarrotes, tabaquerías, salones de belleza, peluquerías, consultorios médicos, despachos jurídicos, florerías, sucursales bancarias, librerías, etc.
Antiguo Palacio Municipal o Casa Municipal como se conocía en 1889.
Monumentos históricos. El Fuerte de San Diego, construido por Adrián Boot, fue concluido en abril de 1617; dañado en 1776 por un terremoto, fue reconstruido por el arquitecto Ramón Panón, según proyecto de Miguel Constanzó; se terminó de reconstruir en 1783 (v. Fuerte de San Diego).
La hoy Catedral de Nuestra Señora de la Soledad fue en sus inicios un templo edificado en 1701 que derribó un terremoto el 21 de abril de 1776; en 1820, bajo la supervisión del presbítero Enrique Claviejo, se reconstruyó y, al terminarlo, se ofició una misa Coram Sanctíssimo, con la presencia del gobernador Nicolás Gándara. En 1936 el templo fue destruido por un ciclón; el proyecto de su reconstrucción estuvo a cargo del arquitecto Miguel Madrigal, siendo obispo de Chilapa don Leopoldo Díaz Escudero. El edificio es de estilo ecléctico, con evocaciones mozárabes y orientales; sus dos torres rematan en esferas achatadas adornadas con mosaicos azules y amarillos y unas cruces inscritas en círculo. Es único en su estilo.
La Diana (arriba), Dios Quetzalcóatl, relieve de Diego Rivera (abajo).
En 1566 llegó al puerto la imagen de una virgen española que fue puesta en el altar siendo arzobispo de la Nueva España fray Alonso de Montúfar O. P., y rey de España Felipe ll. En el Galeón de Manila se encontró el itinerario Giro del Mondo de Juan Francisco Gemelli, donde se hace referencia a la Virgen de los Dolores, que el 8 de diciembre de 1812 fue jurada “Generala de las tropas españolas” acuarteladas en el Castillo de San Diego. Pedro Antonio Vélez, en su calidad de comandante, le colocó una banda de general y un bastón de mando.
En 1841 la imagen de la Virgen llega a la Ciudad de México para ser remozada y bendecida después por el arzobispo mexicano Manuel Posada y Garduño. El 8 de diciembre de 1965, a los 153 años de su coronación pontificia, se pidió al papa Juan XXlll que la nombrara Patrona Ecuménica de la Paz. La petición fue aceptada, y el obispo José Pilar Quezada Valdés, a nombre del Papa, declaró 1965 Año Mariano Diocesano.
Entre otros monumentos históricos y artísticos destacan la escultura de Diana la cazadora; El Clavadista; El Galeón de Manila, y La Joven Sobre la Roca. Los relieves policromos, con influencias prehispánicas, realizados por Diego Rivera, decoran la casa que fue de la señora Dolores Olmedo, en el número 6 de la calle La Pinzona; es un mural de mosaico con las representaciones de Quetzalcóatl y de Tláloc.
El Palacio Municipal o Casa Municipal –como se llamó en 1889– ocupó toda una manzana y alojaba la prefectura del distrito, el juzgado municipal, la tesorería municipal, la imprenta del distrito, el juzgado menor, ocho oficinas diversas, la cárcel para hombres, un almacén, la cárcel para mujeres, caballeriza y jardín. Es construcción de adobe y techo de teja, de largo barandal, con gruesos pilares.
El palacio se construyó en forma de U. Sólo al norte se le delimitó con una gran barda. Desde la calle de Roberto Posada una escalera se prolongaba con niveles de descanso hasta llegar a la torre que sostenía el reloj público; la torre era de madera, lo que le daba una atractiva elegancia. Fue inaugurada por el presidente municipal don Nicolás Uruñuela el 16 de septiembre, y el 30 de octubre la tiró un ciclón; era el año 1921.
Durante la administración de don Manuel López fue construida una nueva torre y se volvió a instalar el reloj. El edificio fue el mismo que ocupó el Convento de San Francisco, fundado en 1607; en él se veneraba a Nuestra Señora de la Guía y funcionó hasta 1813, año en que don José María Morelos y Pavón lo convirtió en hospital y baluarte de sus tropas.
En las postrimerías de los años 60 y a principios de los 70 albergaba la Agencia del Ministerio Público y la cárcel municipal. Más tarde, ya en desuso, correspondió al licenciado Israel Nogueda Otero hacer el proyecto de un edificio en circunferencia para nuevas oficinas.
Clavadista en La Quebrada.
Entre los monumentos naturales se encuentra La Quebrada. En 1799, el castellano del Fuerte de San Diego y gobernador de Acapulco, José Barreiro y Quijano, inició los primeros trabajos a fin de abrir una cortadura en la montaña que permitiera el paso del aire y la brisa marina para refrescar los ardores del estío. Esa cortadura hecha hacia el noroeste fue llamada el Abra de San Nicolás, pues quedaba cerca el templo de San Nicolás Tolentino.
El paso se inauguró el 1 de enero de 1800 y por razones económicas quedó sin terminar. En 1886, el coronel José M. Lopetegui, entonces comandante militar de Acapulco, reemprendió los trabajos para el arreglo de esta galería de ventilación. Los soldados a su mando removieron varios millares de metros cúbicos de roca pero la obra fue suspendida y quedó inconclusa –como hoy se puede apreciar– recibiendo el nombre de La Quebrada.
El Barón de Humboldt, en sus apreciaciones de Acapulco, expresó que “la bella estación reina ahí desde el mes de octubre hasta el mes de mayo”, y que es llamada el verano de la mar del sur, agregando que “la tranquilidad del Océano Pacífico es interrumpida por los vientos impetuosos del noroeste y nornoroeste, conocidos con los nombres de Papagayo y Tehuantepec. Los vientos se desarrollan con gran furor en medio de un cielo sereno y azulado”.
La temperatura dio, para Humbodlt, una media anual de 26° 8’, registrando temperaturas, durante el día, de 28 a 31 °C; en la noche, de 23 a 26°, y, a la salida del sol, a menudo, 18°. “El calor es seco e intenso, en virtud de que Acapulco está construido en la parte más baja, abrigada y profunda de la ensenada, a la que rodean rocas graníticas que no sólo impiden la circulación del aire, sino que, calentadas por el sol ardiente, elevan a su vez el aire por reverberación; pero el calor es tolerable en la noche y en el mar se siente una agradable brisa. El muelle se convierte, apenas puesto el sol, en un paseo en el que la gente se solaza con la caricia de la brisa marina”.
Entrada al Fuerte de San Diego.
Museos. El Museo Histórico de Acapulco, que se encuentra en las instalaciones del Fuerte de San Diego, en cuyas salas es posible reconstruir la vida en el puerto en tiempos remotos, así como las historias y leyendas de los siglos en los que Acapulco fue el puerto al que llegaban los famosos galeones que venían de Manila, o los que iban de paso hacia el Perú. También está el Museo Histórico Naval, en el que se encuentran réplicas a escala de las antiguas naves que han surcado la Mar del Sur, construidas por el ebanista, filósofo y lingüista Marcelo Adano.
Museo Histórico Naval de Acapulco.