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Ing. Sandra de Jesús Sánchez

Ing. Fernando Sánchez Garibay

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Agua. Recursos acuíferos

El agua es considerada como un elemento valioso, indispensable para la vida. Sin ella la sobrevivencia sería imposible. Es el líquido más abundante de la naturaleza, quizás por eso muchas veces no nos percatamos de la decisiva importancia que reviste para todos los seres vivos, y, si nos adentramos más, podemos asegurar que en ciertos casos también influye en la constitución de los seres inorgánicos. Si no contáramos con agua en nuestro planeta, éste sería definitivamente inhabitable.

Su uso es muy variado, pues lo mismo interviene en la alimentación de animales y plantas que en los diversos procesos industriales o en el desarrollo de la agricultura y la ganadería.

Desde los comienzos de la humanidad, los pueblos siempre se han asentado a orillas de ríos y lagos. El agua dulce ha sido históricamente el factor condicionante de las actividades humanas, y lo seguirá siendo, pues es insustituible. Es muy notoria la importancia que ha tenido en las diversas civilizaciones del mundo, como se puede comprobar con la colonización de los pueblos, que por lo regular se localizaban en torno a las fuentes de agua: entre más agua había más grande era su florecimiento.

Para todos los pueblos precolombinos del actual México, y en especial para los aztecas, el agua era factor esencial de estabilidad y organización.

Por la importancia que tiene este estudio se enfoca a la calidad y usos del agua, pero antes se hace un breve análisis de su composición química. El agua es un líquido transparente, incoloro, inodoro e insípido, que se congela a cero grados y se evapora a 100 ºC; es disolvente y universal, y su fórmula es H2O; este elemento está compuesto en la proporción de dos átomos de hidrógeno por uno de oxígeno, y al fusionarse ambos se obtiene una molécula de agua.

Como es sabido, el agua se encuentra en la naturaleza en tres estados diferentes: líquido, sólido y gaseoso, situaciones que se deben a la presión, temperatura y radiación.

Recursos hídricos superficiales.

El agua pluvial que cae en la temporada de lluvias sobre el territorio guerrerense da lugar a la formación de cuerpos de agua como ríos, arroyos y lagunas, los cuales son fuente de aprovechamiento para los humanos. Se calcula que en cada temporada se precipitan alrededor de 64 000 000 000 m3 (sesenta y cuatro mil millones de metros cúbicos), que dan origen a las existencias de agua en las siete regiones del estado.

De acuerdo con los usos específicos del agua a nivel nacional, el estado de Guerrero ocupa el 12º sitio en cuanto a disponibilidad acuífera; su aprovechamiento es de 602 626 millones de m3, por lo que el estado se coloca en el 11º lugar en el uso doméstico; el 16º sitio en el uso público, mientras que en el pecuario ocupa el último puesto, junto con otras entidades; el 9º sitio en el uso agrícola, el 15º en el industrial y el 2º en el hidroeléctrico después de Chiapas.

Guerrero está clasificado regionalmente por la Comisión Nacional del Agua como una entidad con suficiente agua, aunque la realidad es otra ya que diversas regiones y pueblos carecen de ella, lo que da lugar a desequilibrios biológicos, ambientales y sociales que se expresan en serias crisis ecológicas que generan desavenenciasentre las personas en lo particular y aun entre los pueblos.

La cantidad de agua con que cuenta el estado se relaciona directamente con el volumen y tiempo de precipitaciones, aunque las pendientes de cerros y montañas hacen que el líquido rápidamente se deslice al mar a través de las distintas corrientes.

La creencia de que el estado cuenta con suficiente agua se debe a la Comisión Nacional del Agua (CNA), la cual posee estadísticas de la precipitación pluvial que señalan suficiente líquido en virtud de que la precipitación es superior a la media nacional; sin embargo, estos datos son engañosos, no obstante que Guerrero recibió en los últimos años en promedio una precipitación de 989 mm de lluvia anual, arriba del promedio nacional –que es de 772 mm, merced a las altitudes superiores a los tres mil metros sobre el nivel del mar, lo que favorece la lluvia en los lugares altos–; sin embargo una parte de ésta rápidamente escurre y otra se evapora. Es este tipo de lluvias con características menos drásticas y prolongadas las que alimentan a los escurrimientos subterráneos más permanentes y les dan mayor vida a los cuerpos de agua. En el resto del estado el agua es escasa, principalmente en la región Norte.

El volumen de las corrientes se estima en unos 36 000 000 000 de m3 y en unos 2000 000 000 de m3 los mantos freáticos. Unos 25 000 000 000 de m3 de esas aguas corrientes se generan en el estado y el resto proviene de entidades federativas vecinas. La mayor cantidad de estas aguas son superficiales, de tiempos cortos.

Guerrero tiene unos 35 ríos con agua todo el año; éstos también son cortos, con excepción del Balsas, que nace en los estados de Puebla y Tlaxcala, y el Cutzamala, en el estado de México; el resto emergen, la mayoría, en la Sierra Madre del Sur y otros en las sierras menores internas con caudales mayores en el mes de septiembre, para disminuir rápidamente después. La vida de los ríos está asociada a la densidad forestal de las cuencas y microcuencas.

Con el fin de conocer la cantidad y ubicación del agua en las entidades federativas y para tener control de ellas se han creado las regiones hidrológicas.

Una región hidrológica es la agrupación de varias cuencas hidrológicas con niveles de escurrimiento superficial muy similares.

Región

Superficie (km²)

Ubicación

Presas y lagunas

Ríos

Precipitación (mm)

Costa Grande (RH–19)

13 461

Colinda al N con las cuencas Medio y Bajo Balsas, al S con el océano Pacífico, al E con la cuenca Costa Chica y al W con el estado de Michoacán.

Lagunas: Potosí, Tular, Nuxco, El Plan, Mitla, Tres Palos.
Presas: Juan Álvarez,
Calaveras.

La Cofradía, La Unión, Ixtapa, Petatlán, Coyuquilla, San Luis, Nuxco, Tecpan, El Tular, Atoyac, Cacalutla, Conchero. La Sabana.

1100 a 1600

Costa Chica
(RH–20)

16 129

Colinda al N con las cuencas Alto y Medio Balsas, al S con el océano Pacífico, al E con el estado de Oaxaca y al W con la región hidrológica Costa Grande.

Lagunas: Tixtla, Tecomate, Chautengo. Presa: Revolución Mexicana.

Papagayo, San Marcos, Nexpa, Copala, Marquelia, Quetzala, Ometepec, La Arena.

700 a 1600

Río Balsas
(RH–18)

34 692

Al N colinda con los estados de Morelos, México y Michoacán; al E con los de Puebla y Oaxaca; al W con el de Michoacán, y al S con las regiones Costa Grande y Costa Chica.

Presas: Valerio Trujano, Andrés Figueroa, Vicente Guerrero, El Gallo, Ing. Carlos R. Ulloa (Caracol), Infiernillo, José M. Morelos (La Villita).
Laguna: Tuxpan.

Amacuzac, Tlapaneco, Cutzamala, Poliutla, Placeres del Oro, Ajuchitlán, Otatlán, Tehuehuetla.

950

Fuente: Consejo de Cuenca del Río Balsas. CNA–SEMARNAP. Consejo de Cuenca de la Costa de Guerrero. CNA–SEMARNAP, Gobierno del estado de Guerrero.


El comportamiento de la precipitación anual promedio en el estado de Guerrero se presenta como sigue:

Precipitación promedio por año en Guerrero.


Año

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

mm

1110

1107

1106

1106

1105

1105

1295

La precipitación es escasa en las regiones Tierra Caliente y Norte, que están comprendidas en la región hidrológica administrativa del Balsas; es regular en la región La Montaña (comprendida en la región hidrológica administrativa del Balsas y Pacífico Sur), y es media en las regiones Costa Chica y Costa Grande (comprendidas en la región hidrológica administrativa Pacífico Sur), 1100 mm y 1200 mm, respectivamente. A lo largo del año la lluvia se concentra en los meses de junio a octubre.

Balance de las aguas superficiales.

El escurrimiento superficial virgen en promedio para el estado es de 26.845 km3 anuales y actualmente los usos consuntivos (agotadores) suman alrededor de 0.78 km3 descargándose al mar 26.06 km3. La infraestructura hidráulica actual tiene capacidad para regular 6.48 km3 de este escurrimiento superficial. (1 km3 = 1 000 000 000 m3).

Calidad del agua superficial.

Las aguas superficiales que se localizan en el estado de Guerrero presentan distintos niveles y grados de contaminación en mayor o menor medida, de acuerdo con el criterio utilizado por la Comisión Nacional del Agua, el cual emplea una ponderación de los parámetros siguientes: pH, O2 disuelto, grasas y aceites, turbiedad, color, olor, coliformes totales, coliformes fecales, alcalinidad, fosfatos, sólidos suspendidos y sólidos disueltos (CNA, 2003).

Usos del agua superficial.

Los usos más frecuentes que se le dan al agua superficial son los siguientes:

  • Uso Agrícola. Los principales usuarios de las aguas superficiales en el estado de Guerrero son los agricultores agrupados en los Distritos de Riego y las Unidades de Riego para el Desarrollo Rural (URDERALES). En el caso de los Distritos de Riego se utiliza un volumen superficial de aproximadamente 558.1 Mm3. Las URDERALES, concentradas en las diferentes subregiones (Alto Balsas, Medio Balsas, Bajo Balsas, Costa Grande y Costa Chica) utilizan un volumen anual de 105 948 Mm3 (CNA, 2003).
  • Uso público–urbano. El volumen utilizado por este uso es del orden de 79.502 Mm3 anualmente, a través de tomas directas de las corrientes y principalmente de los aprovechamientos subterráneos.
  • Uso industrial. Este punto se refiere al agua utilizada por las industrias que se abastecen directamente de los cuerpos de agua y descargan directamente a cuerpos receptores; no incluye las industrias que se abastecen de las redes de agua potable y descargan a las redes de alcantarillado municipal. También dentro del uso industrial se incluyen los servicios –ya que Guerrero es predominantemente un estado turístico– y, en este caso, la industria de alimentos; se tienen contabilizados 0.063 Mm3 anualmente (CNA, 2003).

Recursos hidráulicos subterráneos.

En la cuenca de la Costa de Guerrero los acuíferos mantienen una adecuada recarga proveniente de las partes altas de la sierra que se complementa con las filtraciones de lluvia sobre la planicie. Los principales acuíferos se ubican en la planicie costera y su recarga anual se estima en el orden de 1521 Mm3 (CNA, 2000). Reúne cinco mantos acuíferos: San Jeronimito, Tecpan–Atoyac, río Nexpa, río Copala y Cuajinicuilapa (Geografía física del estado de Guerrero, INEGI, 1985).

En la cuenca del río Balsas los acuíferos son recargados por el agua proveniente de la Sierra Madre del Sur y por la Sierra de Taxco por su lado norte. Los abastecimientos hídricos subterráneos de esta cuenca son cinco: uno, se sitúa en los alrededores de Ciudad Altamirano, siguiendo parte de los ríos Bejucos y Cutzamala; dos, se localiza en Chilapa; tres, éste se encuentra en Chilpancingo; cuatro, en Huitzuco, y cinco, se encuentra localizado en Iguala (Geografía física del estado de Guerrero, INEGI, 1985).

Se tienen identificados en el estado 35 acuíferos para los que se estima una extracción total de 0.496 km3 anuales a través de aproximadamente 3300 aprovechamientos subterráneos, pero que pueden llegar hasta 3500. A la fecha no se han detectado problemas de sobreexplotación considerable de los acuíferos que se tienen en la entidad.

La recarga natural total estatal de los acuíferos es de 1.918 Mm3 anuales; restándole la extracción, que es de 0.149 Mm3, se tiene una disponibilidad neta total de 1.769 Mm3 de agua subterránea (CNA, 2003).

Hidrogeoquímica y calidad del agua subterránea.

La hidrogeoquímica y la calidad del agua subterránea en términos generales se puede considerar como buena y apta para casi todos usos, y así se ha mantenido en los últimos años en los acuíferos de la entidad; sin embargo, la creciente actividad antropogénica está propiciando que se rebase la capacidad de autodepuración que pueda tener cada uno de los acuíferos; como consecuencia comienzan a presentarse problemas en las aguas subterráneas por infiltración salina al subsuelo y/o de aguas residuales provenientes de las zonas urbanas, de servicios e industriales principalmente y que son descargadas en ríos y arroyos sin el tratamiento adecuado.

Usos del agua subterránea.

En forma general, tenemos que del total del agua subterránea que se explota a través de manantiales, pozos profundos y norias el 30.87% se destina al uso agrícola, el 64.0% al uso público urbano, el 1.54% al uso industrial y el 1.97% al uso de servicios.

Problemática de las aguas subterráneas.

En general, el manejo inadecuado de cada una de las cuencas de la entidad tendrá como resultado cambios en los patrones progresivos de la lluvia y, por lo tanto, de la recarga en los acuíferos. Es importante proteger las zonas donde se genera la mayor recarga que incide en el estado, que son la Sierra Madre del Sur y la Sierra de Taxco.

Medidas recomendadas para el uso del agua.

  • Ordenamiento y regulación del recurso.
  • Uso eficiente.
  • Saneamiento.
  • Cultura del agua.

Escasez de agua en la entidad.

Este fenómeno se presenta debido a diversas causas, sobre todo a la destrucción de las fuentes que la producen, esto es: la desaparición de bosques localizados en distintos lugares del estado y el abatimiento y contaminación de los mantos acuíferos –como ríos, arroyos y lagunas– originados por las descargas de aguas residuales que contienen desechos sólidos, aceites, insecticidas o pesticidas provenientes de drenajes, canales de riego y otro tipo de alimentadores. Esta situación obstaculiza el desarrollo de cualquier asentamiento humano, lo que obliga a combatir estos focos lesivos que tanto daño hacen a la humanidad y, en general, a todos los seres vivos.

Se buscan soluciones y lo que se ha encontrado sólo son paliativos que no hacen más que prolongar el problema. En Guerrero sabemos que hay agua suficiente para satisfacer las necesidades más ingentes, agua que se obtiene principalmente de la lluvia, pero que por la falta de elementos que la retengan cae y se escapa rumbo al mar, sin que haya algo que la conserve, pues día a día los bosques son talados, se extienden cultivos en lugares inapropiados, se presentan constantemente incendios forestales, el ensanchamiento de la mancha urbana va en incremento y, otro factor igual de deteriorante, se extiende la polución; todo esto hace cada vez más difícil la sobrevivencia de los seres orgánicos.

La sugerencia es buscar la forma de revertir este ambiente a través de la reforestación, del control y tratamiento de las aguas de desecho, del tratamiento de los desechos sólidos y, algo que consideramos de mucha importancia, de la obtención de agua dulce de los mares mediante la desalinización de la misma con métodos que no sean muy caros, no como los que ahora existen.

La situación se torna cada vez más difícil y complicada, ya se pronostica que en caso de darse una guerra a nivel mundial ésta sería a causa de la disputa por el agua. Son muchos los países que resienten la escasez de este vital líquido, incluyendo a México, por lo que es inaplazable la atención a dicho problema.


Legislación referente al agua.

Durante el último periodo gubernamental del presidente Benito Juárez se expidió el Código Civil de 1871 que unificó los criterios en materia de aguas declarándolas propiedad de la nación y respetando la soberanía de los estados de la República Mexicana. Allí se regulaba el uso de playas, puertos, bahías, ensenadas, radas, ríos, lagos, esteros, canales, riberas, islas y cambios de cauce, y se estipulaba la forma en que su explotación podía concesionarse para el bien común. Por su parte, el Código Penal de ese mismo año tipificó los delitos en que incurriría todo infractor de las disposiciones en la materia.

Al perfeccionarse las leyes emanadas de la Constitución de 1857 se precisó que las aguas y terrenos aledaños propiedad de la nación no eran objeto de usufructo o enajenación bajo ningún caso, salvo en los que el gobierno así lo considerara. Por tanto, los mares, ríos, lagos, lagunas, canales, playas y riberas son todavía inalienables e imprescriptibles.

Se incluyó en la Constitución de 1917 un artículo 27 progresista por su alto contenido social. A partir de esta moderna concepción se tomaron en cuenta los usos sobre la irrigación agrícola, la generación de energía y demás aspectos relacionados con el bienestar de la población de un país en crecimiento como lo es el nuestro.

Leyes de agua en la modernidad.

En 1926 se creó la Comisión Nacional de Irrigación, que se encargaría de la construcción de obras hidráulicas y de establecer los mecanismos apropiados para el fomento de la agricultura de riego, entre otras actividades. El instrumento legal que fijaba atribuciones a la Comisión fue la Ley sobre Irrigación con Aguas Federales, promulgada en enero de 1926, con los propósitos antes mencionados.

Se crea la Secretaría de Recursos Hidráulicos.– Al expedirse la Ley de Aguas de Propiedad Nacional en 1934 se reglamentaron los usos y el aprovechamiento del agua en los rubros agrícola, industrial y de energía hidroeléctrica. Los mantos acuíferos fueron incorporados a la legislación con la Ley Reglamentaria del párrafo quinto del artículo 27 constitucional en materia de Aguas del Subsuelo. En 1947 se declara patrimonio de la nación. En ese mismo año es creada la Secretaría de Recursos Hidráulicos, que nace con el espíritu de su organismo antecesor y se convierte en la cabeza de ese sector con la referida ley como instrumento de acción.

El 13 de enero de 1986 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto aprobado por el H. Congreso de la Unión mediante el cual se introducen reformas y adiciones a la Ley Federal de Aguas para adecuarla a los tiempos actuales. Las cinco reformas de mayor importancia se refieren a la planeación del aprovechamiento y conservación del agua; su administración; la protección de acuíferos; el abastecimiento de agua en bloque a poblaciones, y a cuotas de agua.

Se autoriza a la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos a efectuar diversas acciones que se refieren a la administración en sus aspectos de distribución a las unidades productoras del sector agrícola y los derechos que cada una tiene en la dotación del líquido en los volúmenes precisos requeridos. Se faculta a la secretaría del ramo para vigilar la conservación de la calidad en las cuencas hidrológicas otorgando o negando los permisos para descargar aguas residuales en cuerpos de agua. Igualmente se le encomendó la misión de promover programas de investigación y desarrollo tecnológico y la preparación de personal calificado de los mantos acuíferos sobreexplotados, que necesitan de una vigilancia estricta para controlar los volúmenes de agua extraídos y se fijen máximos y mínimos, así como su uso.

El Gobierno federal ha formado la Comisión Nacional del Agua, que es la encargada de atender los aprovechamientos del agua para fines productivos.

El mundo que crece en torno al agua.

El surgimiento de un pueblo tiene como base el dominio de las corrientes de agua aprovechable para la irrigación, ya que la formación de núcleos urbanos sólo es posible cuando el campo produce cantidad tal de alimentos que un grupo humano puede sustentar a clases productivas e improductivas en términos agrícolas.

A diario se cobra mayor conciencia de que la cantidad disponible de agua es finita y de que, al aumentar la población y las actividades productivas, se hace más escasa. A nivel internacional se dice que una región tiene agua suficiente cuando dispone por lo menos de 5000 m3 por habitante y por año, y que tiene escasez severa si esta cifra es menor que 1000. En los últimos años las existencias son a nivel nacional de 4624 m3, que representan el volumen anual promedio por cada mexicano. De continuar los patrones de consumo actuales, en el Siglo XXI varias regiones del país llegarán a contar con una cifra de 1000 m3 o menos, valor comparable al de algunos países de África y el Medio Oriente, en donde ya se presentan severos conflictos por el agua.

La revolución industrial fue posible gracias al agua, cuya fuerza calorífica puso en marcha las máquinas de vapor. En los últimos tiempos, gracias a ella se ha puesto en práctica una de las formas más novedosas que existen de producir alimento:

La acuacultura, fuente de proteínas, minerales y vitaminas cada vez más importante. Esta actividad se refiere al aprovechamiento, preservación y mejoramiento de los recursos acuáticos, marinos, fluviales o lacustres; comprende seres animales y vegetales, además de la explotación y beneficio de sales y minerales. También se define como el cultivo racional de organismos acuáticos, incluye el control de su crecimiento y reproducción, tiene como objetivo fundamental la multiplicación cuantitativa y la mejoría cualitativa de esos organismos.

Los seres reproducidos en estas condiciones por lo regular son utilizados para el consumo humano, la repoblación de ríos, lagos y presas o para el ornato. Esta actividad se lleva a cabo en estanques naturales o artificiales, en jaulas flotantes y encierros, a fin de vigilar e intervenir, cuando sea necesario, en su multiplicación, desove, alimentación y crecimiento.

La finalidad de este tipo de explotaciones es obtener proteínas de origen animal y vegetal en forma controlada, procurando abatir costos y ser accesible en el momento que se requiera. Las especies que comprende son peces, crustáceos, moluscos y vegetales (algas).

La acuicultura es una práctica muy antigua que se viene desarrollando desde la época floreciente de los egipcios; existen algunos grabados que representan escenas de pesca y conservación de peces cultivados en estanques. En México, antes de la Conquista ya se practicaba esta labor; con el cultivo de peces y ajolotes se producía alimento para la gente y servían como ornato en los palacios del emperador. Los purépechas también se dedicaron a la siembra de peces para el sustento de su pueblo.

Durante la época colonial los frailes que habitaban conventos localizados cerca de los ríos, lagos o lagunas se dedicaron a esta ocupación. Pero fue hasta el Siglo XVIII cuando comenzó a tener cierta relevancia. José Antonio Alzate y Ramírez (1737–1799), en su Gazeta de Literatura de México publicó un artículo relacionado con la piscicultura denominado “Instrucción para la cría de peces”; en ese escrito hace notar la importancia que tiene el oficio del cultivo de peces.

Fue tanta la relevancia que alcanzó la acuicultura que obligó a las autoridades gubernamentales a legislar para controlar la explotación de estas especies, ya que se consideraba como un privilegio el derecho de hacerlo. Fue en las postrimerías del periodo colonial cuando el Gobierno español derogó los preceptos restrictivos, quedando con libertad el uso de las aguas para dicho fin.

De esta forma la acuicultura en México ha venido evolucionando para proveer de alimento a la población.

En Guerrero se han hecho intentos de poner en práctica esta actividad, por lo regular, en áreas rurales, para mejorar la alimentación de los pueblos con mayor marginación. Se presenta como una alternativa para optimizar la dieta a través de la producción de peces, primero, para autoconsumo, y segundo, para comercializar los excedentes, con la consecuente generación de empleos. Además de estos beneficios permite aprovechar espacios no utilizables para otros usos y aun los que sí se emplean en algo, como presas, bordos y ollas de agua, ya que no contaminan el agua.

Los resultados hasta ahora no han sido satisfactorios; las causas, al parecer, se deben a la mala proyección, la falta de créditos y el poco apoyo técnico. No obstante, existen en la entidad pequeños aprovechamientos que producen pescado para el consumo de la población guerrerense. En Tlapa de Comonfort, el DIF estatal instaló un centro de aprovechamiento donde se explotan algunas variedades de tilapia y carpa; en El Carrizal y Aguas Blancas, del municipio de Coyuca de Benítez, existen otros de este tipo. En Toro Muerto, municipio de San Miguel Totolapan, hay una explotación de trucha “arcoiris”, al igual que en Omiltemi, municipio de Chilpancingo. En El Carrizal también se reproduce el langostino malayo, en estanques artificiales.

En los distintos depósitos naturales de agua y en las presas de los ríos de la entidad se reproducen libremente algunas de estas especies, las cuales generan el oficio de la pesca, actividad a la que se dedican varios de los pobladores que viven en las riberas. La población en Guerrero dedicada a la pesca y la acuicultura es del orden de 17 142 personas, quienes obtienen unas 7643.6 toneladas al año de pescados de diferentes especies que se reproducen en forma natural, más 155.6 toneladas correspondiente a la acuicultura. El estado cuenta con un área de plataforma continental de las costas de 1515 km².

(VTG/EAV)