Insecto que puede ser silvestre o doméstico; en el campo vive en huecos de árboles, grietas o respaldos de riscos, y en instalaciones propias que el hombre construye con ese fin.
Corresponde al orden Himenóptera, familia Ápodos, género Apis, especie Mellifica. Morfología externa: mide 15 mm, aproximadamente; color: varía de amarillo con franjas negras a casi oscuro todo el cuerpo, con vellosidades; en la cabeza se encuentran los ojos: tres simples estemmas colocados en la frente y dos compuestos con miles de facetas, cuyos cristalinos de forma hexagonal convergen en ramificaciones del nervio óptico;son de gran tamaño.
Además, cuenta con dos antenas donde se encuentra el órgano del olfato que le sirve para localizar las fuentes de alimento; la boca (formada por el labio superior, las dos mandíbulas y los maxilares), en conjunto con sus palpos alargados, forma un pequeño canal que abraza al labio inferior para construir el aparato de succión o trompa, muy útil a la hora de llevar el néctar. Además, cuenta con una lengua provista de diminutos pelitos que semejan un pequeño pincel, empleada para lamer las sustancias dulces.
El tórax está formado por el prototórax, mesotórax y metatórax; en él se encuentran las alas mayores y las menores, cuya nervadura sirve para determinar las distintas razas; asimismo, por ser tan delgadas le permiten vuelos prolongados que pueden recorrer hasta 12 kilómetros.
Los tres pares de patas desempeñan funciones importantes: los pares anteriores cuentan con una especie de cepillos que, junto con las mandíbulas y los pelos del cuerpo, se encargan de recoger el polen; éste es trasladado a los miembros posteriores los cuales, con sus uñas, forman una especie de cesto donde transportan dicho producto alimenticio hasta su colmena; esta función la realizan las obreras. El abdomen está formado por seis anillos o segmentos retráctiles en las hembras (en los machos son siete), además del aguijón (también sólo en las hembras) que opera como arma defensivo–ofensiva.
Por su importancia, únicamente se describen en forma sintetizada dos aparatos de la abeja: a) digestivo. Este sistema es doblemente importante ya que cumple la función de la digestión de los alimentos y origina la producción de miel, jalea real y cera; y, b) glandular, ubicado en la cabeza y tórax, formado por tres grupos de glándulas (las abejas jóvenes sólo poseen una): las salivales, que sirven para la secreción del lubricante de los alimentos que serán ingeridos, para moldear la cera, lavar, peinar y asear a la reina, y en los procesos químicos de la elaboración de la miel; las odoríferas y las ceríferas, encargadas de segregar la cera a través de los anillos anteriores del vientre, y las veneníferas, ubicadas en el extremo del abdomen, las que desahogan por medio del aguijón.
El lugar donde habitan las abejas se denomina colmena y ésta, a su vez, se constituye con tres tipos: reina, obreras y zánganos; cada quien cumple funciones distintas: la reina genera la prole, las obreras desempeñan todo tipo de labores en la colmena y los zánganos fecundan a la reina.
Son muchos los beneficios que aportan las abejas: miel, jalea real, cera y propóleo, entre otros; además de que algunas personas utilizan el piquete de abeja para curar las reumas.
(EAV)