Con esta denominación genérica se designa a numerosas especies vegetales de árboles maderables que se desarrollan en diversos ecosistemas forestales, tanto de climas tropicales como de templados y fríos.

En el estado de Guerrero destaca la presencia del cedro rojo en las áreas tropicales y del cedro blanco en las templadas y frías. Por ser árboles pertenecientes a diferentes familias, géneros y especies vegetales, a continuación se describen por separado.

Cedro rojo (Cedrela odorata L.). Esta especie vegetal de la familia de las meliáceas, después de la caoba, es la especie maderable preciosa más importante de la industria forestal de México. Este árbol, que se caracteriza por su fragancia dulce, en las mejores condiciones puede alcanzar entre los 35 y 40 m de altura y hasta 1.7 m de diámetro; su tallo es robusto y su corteza agrietada; tiene hojas grandes compuestas de 5 a 11 pares de folios que cuando se estrujan despiden un penetrante olor a ajo; posee flores que están en ramilletes, las cuales originan frutos globosos parecidos a nueces.

Es originario de México y Centroamérica, donde se distribuye en climas cálidos y semicálidos. Crece asociado a las selvas tropicales caducifolia, subcaducifolia, subperennifolia y perennifolia. Se le encuentra en la vertiente del Golfo, desde el sur de Tamaulipas y sureste de San Luis Potosí hasta la península de Yucatán, y en la vertiente del Pacífico desde Sinaloa hasta Guerrero, y en la depresión central y la costa de Chiapas.

Su madera, la cual es altamente apreciada en el mercado nacional e internacional, es aromática, fuerte, y fácil de manejar y de pulir. Se utiliza para la fabricación de muebles finos, ebanistería, instrumentos musicales –especialmente guitarras–, chapas decorativas, moldes de fundición, contrachapados y, gracias a sus propiedades mecánicas, puede utilizarse en la fabricación de pequeñas embarcaciones.

La madera de cedro rojo desprende una esencia volátil que resulta ideal en la elaboración de cajas para empacar tabacos, pues perfuma los cigarros con un exquisito aroma, razón por la que se denominó a la especie como odorata.

La especie se desarrolla en altitudes que varían de cero a 1900 msnm, a temperatura mínima de 11 ºC y máxima de 32 ºC y precipitación anual mínima de 1000 mm y máxima de 3738 mm.

Alcanza sus máximos tamaños e incrementos en zonas con precipitaciones entre 2500 y 4000 mm anuales; en zonas con precipitación pluvial mucho menor, como es el caso de las costas de Guerrero, el árbol no se desarrolla a plenitud y presenta frutos cortos y frecuentemente torcidos.

Otras partes del árbol, como las raíces, las hojas y la corteza, son empleadas para uso medicinal, y por el alto valor comercial de su madera han proliferado en tiempos recientes las plantaciones forestales comerciales de esta especie, existiendo a la fecha cerca de 90 mil hectáreas plantadas, principalmente en los estados de Veracruz, Campeche, Tabasco, Chiapas, Oaxaca y Puebla.

Se dispone de paquete tecnológico tanto para la producción de planta en vivero como para el manejo de la plantación, considerándose que en el Estado de Guerrero existen grandes extensiones donde es factible el establecimiento de este tipo de plantaciones.

Cedro blanco (Cupressus lindleyi, Klotzch). Esta especie vegetal, de la familia de las Cupressaceas, es conocida también en algunas regiones como ciprés y está representada por árboles perennifolios de 20 a 30 m de altura, que forman parte de los bosques de coníferas.

Es originario de Mesoamérica y su presencia se extiende hacia el norte hasta Nuevo México y Texas, en EU, y hacia el sur a los territorios de Guatemala, Honduras y El Salvador.

En el estado de Guerrero su presencia más significativa se da en pequeñas superficies de la serranía que se encuentra en el norte de la entidad, en los municipios de Taxco de Alarcón, Ixcateopan y Tetipac, en áreas colindantes con los estados de Michoacán, México y Morelos.

El último inventario forestal realizado en Guerrero ubica esta especie en un ecosistema denominado bosque de otras coníferas, asociado con el género Luniperus spp., en condiciones ecológicas más secas que donde se encuentran los bosques de pino-encino.

Habita en sitios donde la temperatura promedio anual es superior a los 12 ºC y la precipitación anual varía entre 1000 y 3000 mm; sobre suelos ácidos, rocosos, profundos con humus, profundos sedimentarios, someros, arcillosos, arenosos, de aluviación, de roca caliza, y de roca ígnea principalmente.

Esta es una especie de rápido crecimiento que vive de 40 a 60 años y contribuye a la conservación de suelos, controlando la erosión. Se utiliza exitosamente en sistemas de producción agroforestal, como barrera rompevientos y como refugio de la fauna silvestre.

La madera aromática, durable y fácil de trabajar del cedro blanco por muchos años fue la materia prima fundamental que mantuvo la actividad en cientos de talleres familiares dedicados a la fabricación de muebles coloniales, principalmente en los municipios de Taxco, Tetipac e Ixcateopan; sin embargo, a la fecha se tornó crítica la escasez de madera como resultado de la sobreexplotación a la que estuvo sujeta por muchos años; actualmente la mayor parte de la madera que se utiliza proviene de otras regiones y entidades.

Para poder reactivar en el mediano y largo plazos la actividad artesanal de producción de muebles coloniales en la región Norte es conveniente establecer a gran escala plantaciones forestales comerciales de esta especie; para ello se dispone de paquetes tecnológicos, tanto para la producción de planta en vivero como para el manejo de la plantación, que deben incluir medidas para evitar o al menos reducir el efecto de las plagas.

(JCLU)