Licania arborea Seem., Gliricidia sepium Jacq. Steud. Es un árbol que alcanza hasta 20 m de altura y crece de manera silvestre, de la familia chrysobalanaceae y leguminosae, para la primera y segunda especies respectivamente. Es frondoso y de hojas caducas, empieza a formar frutos a los cuatro o cinco años y alcanza una producción de 150 a 250 kg anualmente. La copa proyecta una sombra normal de 15 a 25 m y se observan troncos de 35 a 90 cm de diámetro. Resistente a las sequías, se encuentra aglomerado o aisladamente, casi siempre en tierras bajas de regular fertilidad.
Etimológicamente proviene de cacáhuatl, cacao, y nantzin, madre, lo que se traduce como “madre del cacao”. Su crecimiento es lento y presenta portes variables de acuerdo con la edad y condiciones del suelo en donde vive. Forma asociaciones vegetales en la cuenca del río Balsas, del tipo de bosque mesófilo, en barrancas calizas de Cacahuamilpa o en el Cañón de la Mano Negra, de Iguala, y al norte de Chilpancingo, entre Zumpango del Río y Huitziltepec.
Por lo general, el cacahuananche se desarrolla en lugares aledaños a los arroyos, ríos y afluentes naturales, produce un aceite que en la región de Tierra Caliente se emplea como materia prima para elaborar el jabón de cacahuananche; en lugares incomunicados las personas hierven la fruta o semilla y posteriormente la usan como agua jabonosa en el aseo personal.
Este producto se puede utilizar en la elaboración de pinturas, barnices, tintas, jabones, linóleums y aceites sulfonados en la industria de la curtiduría; existen establecimientos pequeños de extracción de aceite de cacahuananche en los municipios de Arcelia, Ciudad Altamirano y Coyuca de Catalán; las comunidades aledañas a estas municipalidades surten de la materia prima indispensable.
Otros nombres comúnmente utilizados: cacahuanantzi; cacahuate, en la Costa Chica de Guerrero; curindel y quirindal, en Michoacán; totopoztle, en Chiapas; palo de fraile, en Oaxaca; cacao volador, en Tabasco.
(KZPV/AOPG/RFPZ)