Municipio. La cabecera municipal es Acapetlahuaya.
Toponimia, escudo y/o glifo. Este municipio fue creado por primera vez con el nombre de Acapetlahuaya mediante Decreto 22 del 13 de abril de 1852. Posteriormente el H. Congreso del estado de Guerrero creó el municipio Gral. Canuto A. Neri, por Decreto 51 del 23 de diciembre de 1953, en honor del general héroe de la guerra de México en contra de la intervención francesa.
El nombre de la cabecera municipal, Acapetlahuaya, se deriva de los vocablos acapétlatl, que significa estera o petate de junco o carrizo, y huaya, largo o tendido: “junco o carrizo en forma de estera o petate largo o tendido.”
Escudo
Descripción del escudo. En primer término se observa una estera o petate de junco o carrizo tendido, sostenido por dos chontales; la jícara laqueada representa la artesanía que ha dado fama a Acapetlahuaya; el libro, la historia del pueblo; la milpa, el producto del trabajo de su gente en el cultivo del maíz; el atado de cohetes, la fiesta popular. La máscara es imagen de las danzas festivas y también de la elaboración de ese tipo de artesanía. Los cerros, que son característicos de su orografía, están ahí plasmados. El teponaztle aún resuena en las tierras de este municipio. El fuego es la alegría de nuestros pueblos surianos, donde su gente siempre ha mantenido en alto la antorcha libertaria.
Reseña histórica (cronología). La ubicación geográfica del municipio en relación con lo afirmado por estudiosos de la historia induce a pensar de manera solidaria con la idea de que “... al parecer a finales del preclásico llegaron grupos provenientes quizá de Michoacán y que penetraron por Tierra Caliente. Uno de esos grupos fue el de los chontales, que se establecieron en sitios como Ixcateopan, Oztuma, Alahuiztlán, Coatepec Costales, Apaxtla, Totoltepec, Teloloapan, etc., y que dominaron a los grupos anteriormente asentados en la zona terminando por asimilarlos a ellos”.
Kiosco de Acapetlahuaya.
Transcurría el Siglo XI, los nahuas procedentes del noreste invadieron el territorio, arribaron por Michoacán y un grupo de ellos pobló la Costa Grande y Tierra Caliente, el otro prosiguió su peregrinar por el río Balsas hasta conquistar la región de los chontales y de los matlatzincas, establecidos éstos en la región Norte del hoy estado de Guerrero.
A los nuevos grupos se les llamó cohuixcas, que quiere decir “llanura de culebras”; los cohuixcas aprendieron de las tribus que sometieron, el cultivo de la tierra, y se apoderaron de toda la parte central y de las poblaciones de la zona norte, entre las que figuraban Acapetlahuaya, cabecera actual del municipio General Canuto A. Neri. Dominaron también la costa del estado y formaron un señorío muy extenso e importante, que se conoció con el nombre de Cohuixcatlapan.
Los cohuixcas, según dice Robert H. Barlow, adoraban a su dios guerrero, Huitzilopochtli, al cual daban el nombre de Citlatlohtli (halcón estrella). También honraban a la hermana del dios, Malinalxóchitl, bajo el nombre de Coacíhual (mujer serpiente). Después, en el Siglo XV (desde el año 1418), los nahuas mexicas, tenochcas o aztecas, se posesionaron de varios pueblos del centro y del norte de lo que hoy es el estado de Guerrero, entre los que figuraba Acapetlahuaya.
Los mexicas organizaron administrativamente al sur en siete provincias, que pagaban tributo consistente en maíz, frijol, chía, chile, cacao, miel de abeja, cera y mantas de algodón; ropa de mujer, rodelas, tecozáhuitl o especie de barniz amarillo; copal, piedras verdes (sueltas o en collar), hachuelas de cobre, guajolotes, venados, sal, tigres, aguilillas, águilas, esclavos, leña, ocote, cántaros, ollas, comales, tinajas, petates, papel, y plumas.
Una de las siete provincias era la de Tepecoacuilco, que se integraba con diversos pueblos, entre los que se encontraban algunos que pertenecen a lo que hoy es el municipio de Canuto A. Neri. El pueblo de Acapetlahuaya, una vez consumada la Independencia, inició su poblamiento con miembros de algunos grupos étnicos y con soldados del Altiplano que guarnecían el fuerte de Oztuma.
Hernán Cortés impuso la encomienda y repartió territorios como premio a sus huestes. Para la Corona, y libres de encomienda, se apartó a “... los pueblos mejores y más convenientes”, los cuales se organizaban en agrupamientos para proteger a los indígenas.
Al igual que los gobernadores de provincia y alcaldes mayores, el corregidor era nombrado por el virrey. Esos funcionarios eran ayudados por un teniente, un alguacil, un escribano y un intérprete. Los pueblos que no eran cabecera de representación, de provincia o alcaldía mayor, seguían teniendo su tlatoani o señor del lugar, al que llamaban cacique y, cada año, elegían gobernador, pudiendo ser electo el cacique. Acapetlahuaya tenía su gobernador de indios. Lo mismo que Oztuma y Totoltepec.
En 1593, el español Antonio de Velásquez era encomendero de Acapetlahuaya y de Oztuma.
En 1595, se dictó una disposición que establecía que por causas económicas y políticas los pueblos deberían acercarse a sus cabeceras, y se dijo que las principales eran, entre otras, Acapetlahuaya, Alahuixtlán, Oztuma y Totoltepec. En 1793, Acapetlahuaya era uno de los 10 curatos que pertenecían al partido de Zacualpan.
Acapetlahuaya y los demás pueblos de la región, al consumarse la Independencia, en 1821, formaron parte del estado de México. Tres años después de la erección del estado de Guerrero, en 1852, se constituyó como municipio con el nombre de Acapetlahuaya; comprendía comunidades importantes: Arroyo Grande (hoy Arcelia), Oztuma, Almoloya, Tulantengo, Santo Tomás y San Miguel. En 1861 fue confirmado como municipio.
El 23 de diciembre de 1953, fue ratificado nuevamente con el rango de municipio y con el nombre actual, con cabecera Acapetlahuaya.
Panorámica de Acapetlahuaya.
Personajes ilustres.