("Chupetas"). Clavadista. Nació el 23 de marzo de 1928 en Zihuatanejo; murió el 23 de marzo de 2004. Sus padres fueron Leonardo García y María de Jesús Bravo. A los cinco años quedó huérfano de padre y madre.
Raúl Arturo García Bravo y su estrella en el Salón de la Fama del Deporte del estado de Guerrero.
Por barco, con apoyo de los marineros, se trasladó a Acapulco, donde residió desde 1932.
En 1936 ingresó al grupo de clavadistas de La Quebrada.
En la infancia sobrevivió con la venta de chicles y el aseo de calzado. A los ocho años se inició como clavadista, protegido e instruido por Enrique Apac Ríos (domiciliado en el barrio de la Guinea), cuyo hermano Rogeberto fue el primero en lanzarse de La Quebrada (1933).
Fue compañero y amigo de hombres reconocidos por su relación con el mar; entre otros, del “tritón” Apolonio Castillo Díaz, Hilario Martínez (“Perro Largo”), Diego (“Pipo”), Alfonso y Reginaldo Arnold.
Especialista en clavados desde grandes alturas, muy joven dobla a Johnny Weissmuller (Tarzán) en la película Tarzán contra el mundo, al tirarse desde el puente Golden Gate de San Francisco, California; posteriormente, con el mismo actor, participó en las películas Tarzán y las sirenas, y La dama de Shangai, al lado de Rita Hayworth y Orson Welles.
En otras películas alternó con Mario Moreno “Cantinflas” (Pepe y El bolero de Raquel); Elvis Presley (Gozando en Acapulco); Gina Lollobrigida (Ve desnuda por el mundo); Lana Turner (El amor tiene mil caras); David Silva, Pituca de Foronda, Isabela Corona, Pedro Armendáriz y el cómico “Chaflán” (Isla de la pasión), y con Germán Valdés, “Tin Tan”, en varias de sus películas.
Fue contratado para dar exhibiciones en diversas partes del mundo. Fue conocido y mantuvo relaciones amistosas y de trabajo con personajes de la política, del arte, del deporte, de las finanzas, y con algunas luminarias del cine mundial y la belleza. Fue un destacado promotor de Acapulco.
En 1942 integró el Club de Clavadistas de La Quebrada; de 1960 a 1985 ocupó la presidencia. En 1947 ejecutó en La Quebrada el primer clavado con antorcha.
El apodo “Chupetas” se debe a que al sufrir un accidente se lesionó labios y dientes, dificultándose su alimentación, por lo que le prescribieron chupar paletas para desinflamar las partes afectadas.
Ostenta en el libro Guinness el récord de más de 35 000 clavados de altura (el último en La Quebrada el 11 de diciembre de 1998, a sus 71 años de edad); entre muchos, desde 60 metros, el que realizó en el puente del lago General Rafael Urdaneta, en Maracaibo, Venezuela, y desde el barco Topeka, fondeado en la bahía de Acapulco, desde 40 metros.
Pertenece al Salón de la Fama del Deporte del estado de Guerrero, con sede en Chilpancingo.
(AHF/ JGCL)