Militar. Nació en Tepecoacuilco de Trujano. Famoso por haber sido el oficial que aprehendió a José María Morelos y Pavón en Temalac, el 2 de noviembre de 1815, cuando éste custodiaba al Congreso insurgente instituido que huía de las fuerzas realistas que atacaban Uruapan e intentaba llegar a Tehuacán, Puebla, para tener esta población como sede más segura.
Antes de ese hecho, Carranco se había unido a los insurgentes y combatió a los realistas bajo el mando de don José María Morelos; sin embargo, al parecer, por problemas personales graves entre ambos pronto cambió de bando, pues durante el sitio de Cuautla José Matías se rinde y se incorpora a las fuerzas realistas poniéndose a las órdenes de Calleja.
En el libro El Siervo de la Nación y sus descendientes, publicado por los hijos del profesor Leopoldo Carranco Cardoso en 1984 -descendientes de don José María Morelos, pero paradójicamente con el apellido del captor del Generalísimo-, se afirma en el capítulo llamado “Descendientes”, escrito por Héctor Almazán, que en Tepecoacuilco, Morelos, conoció a Francisca Ortiz, sobrina del hacendado Antonio Gómez Ortiz, de la que se enamoró y a quien el joven José María visitaba cada vez que llegaba con sus recuas a ese lugar; sin embargo, también José Matías Carranco pretendía casarse con ella.
Ante esta situación, y en ausencia de Morelos por sus actividades de arriero, Matías la rapta por la fuerza y se casa con ella, provocando en Morelos una terrible frustración, y decepcionado logra entrar al Colegio de San Nicolás, en Valladolid, cuando don Miguel Hidalgo y Costilla era su rector. Más tarde –al decir del autor–, en 1811, ya desatada la lucha independentista, Morelos se encuentra a Carranco en Chichihualco, pelea con él y le quita a su mujer, con quien Morelos procrea a su hijo José Vicente.
En 1814, Carranco llega subrepticiamente ante Francisca en Tepecoacuilco y vuelve a llevársela, pero ahora con el pequeño hijo de Morelos, a quien vuelve a bautizar haciéndolo pasar por hijo suyo. En abril de 1819 Francisca muere en su pueblo, hecho asentado en el acta de defunción correspondiente, levantada en ese lugar y signada por el sacerdote Tomás del Moral (antiguo ayudante de Morelos).
Al mando de una compañía realista, Carranco participó en la cacería del Congreso insurgente instituido, cuando el grupo legislativo intentaba llegar hacia sitios más seguros, y es en Texmalac donde precisamente José Matías se topa con Morelos y sus hombres, a quien identificó y apresó con rabia, dándole un empellón cuando lo señalaba como el jefe de los hombres capturados.
La misma fuente citada dice que Morelos al verse capturado y maltratado por su antiguo subordinado y rival en amores le dice: “Señor Carranco, parece que nos conocemos”; otras afirman que el comentario fue más contundente: “Veo, señor Carranco, que al haberse hecho realista, ganó usted mucho en valor y caballerosidad”.
El hijo de Morelos, llamado José Vicente, a pesar de llevar el apellido de José Matías Carranco, era bien identificado por las autoridades religiosas y coloniales como descendiente de don José María, hecho que le provocó rechazos de diversa índole, como por ejemplo haberle negado su ingreso a un seminario donde intentaba estudiar “por ser hijo del apóstata Morelos”, con quien el alto clero de la Nueva España se ensañó terriblemente cuando fue juzgado.
De esta persona descienden los familiares del conocido profesor guerrerense don Leopoldo Carranco Cardoso, quien tuvo un hijo llamado Álvaro Carranco Ávila, dedicado al servicio exterior mexicano, que presentaba un parecido extraordinario con don José María Morelos y de quien existen fotografías recientes que lo comprueban.
(HCB/FLE)