Coronel insurgente. Nació en Cuananchinicha, actual jurisdicción de Tlacoachistlahuaca, en 1790; murió en Xonacatlán, hoy Municipio de Alcozauca, el 15 de marzo de 1817.
Era de raza negra (mulato) y a los 21 años se incorporó al ejército rebelde, bajo las órdenes de Vicente Guerrero, llegando a ser su lugarteniente insustituible en las operaciones emprendidas en las regiones que hoy llamamos la Montaña y Costa Chica (1812–1817). Entre otras cosas es proverbial su gran corpulencia, fuerza y agilidad, arrojo en el combate y destreza en el manejo de la espada, a pie como a caballo; los realistas tenían pavor ante su presencia, que calificaban de feroz.
En 1812 triunfa en Xonacatlán y Ometepec; en febrero de 1814 fue combatido en Azoyú por el general realista José Antonio Reguera y allí mismo, el 1° de marzo del propio año, se enfrentó con la gente de Luis Antonio Polanco con resultados desfavorables. El 20 de julio de 1815 el ejército insurgente atacó Tlapa, en cuya acción Juan del Carmen ocupó el mando de vanguardia por orden del general Vicente Guerrero. El combate tuvo tal desarrollo que el historiador Carlos María Bustamante lo resume así: “fue espantoso y tenaz, hasta que se declaró la victoria a favor de Guerrero, cuyas tropas acabaron con las españolas, en términos de sólo escapar uno u otro soldado”.
Con el grado de coronel, Del Carmen atrajo a sus filas tantos adeptos entre indígenas y mulatos que llegó a engrosar considerablemente el número de soldados para la causa insurgente. A principios de 1816, Guerrero tuvo que dejar la Costa Chica y la situación militar quedó en manos de Juan del Carmen. En ese año se distinguió en las batallas de Igualapa, San Luis Acatlán, Azoyú y Juchitán, lugares donde guerreó contra los realistas Miguel Añorve y Juan Bautista Mota, ometepecano y azoyuteco, respectivamente.
Más tarde habría de quedar al frente de la fortaleza construida sobre el cerro de la Purísima, donde el caudillo del sur había instalado una fundición para hacer balas de cañón y de fusil. De aquí se concentró, luego de habérselo ordenado su jefe, en el cerro de Xonacatlán, otro fuerte insurgente al que los realistas pusieron sitio; durante los 30 días que duró el bloqueo, comandado por los generales españoles Lamadrid y Samaniego, los asediados intentaron diversas salidas, especialmente para procurarse comida y agua, de que carecían en absoluto. Juan del Carmen encontró la muerte en una de esas salidas, el mismo día en que cae la fortaleza en manos del enemigo.
En su tierra natal, el pueblo de Cuananchinicha, se le erigió una estatua que preserva la figura y el nombre del mulato costachiquense que fue coronel insurgente al mando de Vicente Guerrero
(BM)