Al constituirse en parroquia queda bajo la protección de la Virgen de la Asunción y se fija el 15 de agosto como fecha de su festividad. Ya era reconocida desde hace tiempo como protectora de Chilpancingo. En los días del Congreso de Anáhuac el cura Morelos colocó a la entrada una imagen de la Virgen de la Asunción y ante ella dijo: “Madre, si hemos hecho bien, bendícenos, pero si mal, perdónanos”. La feligresía de la ciudad y su contorno celebran la fiesta religiosa dedicada a Santa María de la Asunción, patrona de Chilpancingo, proclamada solemnemente por Pío XII el 1 de noviembre de 1950.
Como no existe documento alguno sobre la fundación de Chilpancingo es probable que al establecer su primera iglesia se dio como patrona a esta Virgen, pues fue práctica española anteponer el nombre de un santo al pueblo indígena; una cruz y un templo eran las primeras cosas que hacían. La capilla de Chilpancingo muchos años duró en condición humilde y era dependiente de la parroquia de Zumpango del Río.
Aquí se realizó el Primer Congreso de Anáhuac; las paredes toscas y el techo de paja dieron cabida a los intelectuales de la insurgencia. Morelos otorga rango de ciudad a Chilpancingo y da a conocer los Sentimientos de Nación.
Cronología del templo de Chilpancingo. Fue declarada parroquia el 12 de marzo de 1868 por decreto de la diócesis de Chilapa, signado por el ilustrísimo y reverendísimo Ambrosio María Serrano y Rodríguez.
Los sacerdotes que estuvieron a cargo de esta casa católica antes de que fuese declarada parroquia son los siguientes: José María Bringas, de 1814 a 1827; Idelfonso Castillo, de 1828 a 1830; José Domingo Ledos, 1830; Salvador Suárez, de 1830 a 1831; Mariano Arana, de 1831 a 1843; padre Suárez, de 1844 a 1849; Mariano Rojo, Miguel Balbuena y Mariano Villasana, en 1849; José Francisco Arias, de diciembre de 1849 a 1851; Miguel Balbuena regresa, y muere en 1856, y en ese año recibe la capilla el padre José Timoteo hasta 1868.
En noviembre de 1868 recibe la iglesia don Manuel Nava y la administra hasta 1873; después Vicente Hernández, de julio de 1873 a 1875; Justiniano Jiménez, de marzo de 1876 a 1877; Fidencio Campos, de 1877 a 1895, y en octubre del mismo año la recibe el padre José Solorio Gil.
En 1899 se le cambiaron las tejas por bóvedas de mampostería, pero asentadas sobre los viejos muros; ya se habían terminado tres bóvedas y el 16 de enero de 1902 se registró un fuerte temblor que las destruyó.
El 14 de abril de 1907 otro sismo acabó con el templo. Con autorización del gobierno se demolió e inició la construcción de uno nuevo.
El 15 de febrero de 1910, Margarito Escobar recibe la parroquia y la dirige hasta su muerte, en 1934; queda como interino David Salgado; en ese tiempo fueron reanudados los trabajos de arreglo siguientes: principió la construcción de la torre sur, se quitaron los techos de lámina, colocando bóvedas de cemento sobre muros gruesos y fuertes amarrados de concreto; al remover los cuadros el interior fue pintado con colores tenues, los altares de la Virgen de Guadalupe y del Perpetuo Socorro fueron hechos en mármol.
La obra se concluyó por iniciativa de las familias Olea, Cassy, Beatriz García y doña Antonia Carvajal de Vázquez.
El 12 de diciembre de 1936 el padre Agustín Modesto Díaz Pacheco se hace cargo de la parroquia hasta su muerte, en 1963; dedicó parte de su vida a la restauración de la iglesia, queda en su lugar Humberto Osorio Refino, quien más tarde es sustituido por Octavio López Paco; a éste le siguen Emiliano Pérez y Neftalí Bello Cuevas.
El 19 de septiembre de 1985 un temblor que sacudió a gran parte del país afectó también a la ciudad de Chilpancingo, provocando peligrosas cuarteaduras en la torre sur de la iglesia, la cual fue demolida y hoy se encuentra debidamente reparada.
En los primeros meses de 2009 el cura párroco Rafael Corona y el profesor José Salgado Alarcón, quien guarda los datos históricos de este monumento, detectaron humedad y fisuras en las torres y los techos, así como un importante hundimiento del coro, y solicitaron apoyo al Congreso local. En mayo recibieron la visita del coordinador nacional del INAH, Carlos Martínez Ortigosa, quien junto con Jesús Zamora Palomares, subdirector de Bienes Históricos y Culturales de CONACULTA, inspeccionaron el templo llegando a la conclusión de que debían realizarse trabajos de reparación a la mayor brevedad, mismos que comenzaron en poco tiempo bajo el cuidado de Protección Civil, del Congreso del estado, el INAH y CONACULTA. Actualmente (julio de 2010) la remodelación del templo ha terminado.
(AOPG/MVEC)