(En cabeza real). Así se llamó a los pueblos que en la época colonial no fueron otorgados en forma de encomiendao merced a ningún particular, sino que continuaron perteneciendo a la Corona, para su propio beneficio. También a las encomiendas que, habiendo sido repartidas por disposición del rey de España, regresaban al poder del gobierno.
La Corona española reclamó para sí los reales de minas (pueblos mineros) y sus productos, las cabeceras de provincia y los puertos. Dentro de éstos últimos estaban Zacatula y Acapulco. Por esa razón, desde el Siglo XVI al puerto de Acapulco se le llamó Ciudad de los Reyes, aunque no fue sino hasta 1799 cuando se le otorgó oficialmente el título de ciudad.
(ETA)