Municipio de Quechultenango. Su nombre deriva del náhuatl cólotl, alacrán, y de ipan, encima; uniendo las dos palabras diría: “sobre o encima de alacranes”.

Se localiza al sureste de Chilpancingo, a 55 km. Tiene 3605 habitantes en total, distribuidos en las diferentes colonias que integran el poblado.

En el pasado, Francisco Acevedo Hernández, oriundo del lugar, apoyó e hizo gestiones para la mejoría del pueblo. En sus últimos años fundó el colegio particular que funcionaba con educación básica, y asistían niños de la localidad y de los alrededores.

Iglesia de Colotlipa.

En su jurisdicción territorial están distribuidas 2522 hectáreas ejidales, 88 comunales y cien en pequeñas propiedades.

Hay dos afluencias importantes: el río Azul y el río Blanco. El primero nace a 4 km de la comunidad llamada El Borbollón, que se encuentra en Coscamila, y recorre la parte alta del poblado; el segundo brota en la zona de La Montaña y transita por la parte baja de la población; los dos desembocan en la planta hidroeléctrica de Colotlipa, y forman una sola corriente que irriga los municipios de Tecoanapa y Juan R. Escudero para después convertirse en el río Omitlán, que se une al Papagayo y llega a Lomas de Chapultepec.

En 1888 se levantó el actual templo católico dedicado al Señor de las Misericordias; en ese tiempo era comisario Andrés Hurtado y tesorero proconstrucción de la iglesia, Albino Mesa. Después los habitantes del barrio de España, uno de los más tradicionales, construyeron la Villita para la Virgen de Guadalupe, que tiene su templo edificado sobre una loma.

Cuenta con jardines de niños, escuelas primaria, secundaria y preparatoria; la biblioteca funciona diariamente.

Hay servicios de teléfono, atención médica, drenaje, alcantarillado y agua potable. Los habitantes abrieron canales, a pico y pala, para meter el agua del río Azul; con ella regaban los huertos de traspatio y obtenían la necesaria para el uso doméstico.

Hay carretera pavimentada desde Chilpancingo, por Quechultenango. Hacia Chilapa es de terracería y pasa por las comunidades de Xiloxuchicán, San Ángel, El Jagüey, Atzacoaloya y Tlanicuilulco. Mejoró notablemente al ser inaugurada la carretera Petaquillas–Grutas de Juxtlahuaca.

En 1935 Colotlipa tenía tierras cultivadas con mango y caña, regadas por el río Blanco, y los productos se enviaban a la Ciudad de México y a otros lugares, pero ese esfuerzo ha decrecido.

La Comisión Federal de Electricidad, el 21 de noviembre de 1946, construyó una planta hidroeléctrica.

Allí surgió el Club Náutico del Río Azul, en 1981, y se efectuó el primer maratón con un total de 120 participantes. El recorrido fue de 6 km, desde El Borbollón hasta la presa.

Las grutas de Juxtlahuaca se encuentran a 7 km del poblado. Para llegar a ellas es paso obligado entrar a la comunidad. Son conocidas también como grutas de Colotlipa. Fueron habitaciones de los olmecas, que dejaron pinturas estudiadas ya por mexicanos y extranjeros. En la Revolución fue escondite de algunos guerrilleros.

Comisaría de Colotlipa.

Al guía Andrés Ortega Casarrubias (el Chivo) se debe que las grutas se conserven en buenas condiciones; él puso nombre a los salones y arreglaba el camino, hasta el 21 de julio de 1995, cuando murió.

Junto a las pozas naturales del río Azul se construyeron balnearios y cabañas de hospedaje en Santa Fe.

Sobresalen las fiestas del Carnaval y Semana Santa. El santo patrono es el Señor de las Misericordias. Numerosas personas van a divertirse y otras a vender sus productos.

Los antiguos hablaban náhuatl, que se conservó por buen tiempo; ahora, pocas familias lo emplean, porque la mayoría habla español.  

(NJR)